Asiaholicos
Hace
poco tiempo un amigo me dijo que estaba obsesionada con Corea… que no
era normal. Cuando escuche eso me molesté un poco, pero no quise
demostrarlo, realmente no es que este obsesionada únicamente con Corea,
realmente tengo toda mi vida siendo adicta a Asia.
Estoy de
acuerdo que no es normal. Sin embargo no puedo imaginar mi vida sin las
influencias que Asia me ha dado. La primera vez que vi Candy Candy
tendría tal vez unos tres o cuatro años, la volví a ver ya estando
grande, sin embargo recordaba con bastante detalles lo que sucedía en la
historia. Candy Candy fue mi primer acercamiento a Asia, en especial a
Japón… no podemos olvidar que es una historia basado en un manga. Sí,
los japoneses fueron muy inteligentes para abrirse camino en el
occidente con historias sobre gente occidental (Candy se desarrolla en
EEUU y Europa) vistas desde una opinión oriental. Candy Candy, Rémi y
Heidi, son los primeros animes que vi, a esos le siguieron Mazinger Z,
La princesa caballero, la abeja maya, la princesa de los mil años, entre
otras más… sabía que eran caricaturas japonesas, pero pasaron varios
años antes de conocer que el nombre correcto eran animes y que estos
estaban basados en mangas.
Siendo como soy, una melómana
consumada, era de esperarse que me hiciera fanática de los OST de cada
anime que veía, y es fácil imaginarse eso, ya que la música que acompaña
a los animes siempre juega un papel importante dentro de la historia,
marcan la pauta para los acontecimientos para cada personaje…
Dibujos
estilizados, fondos artísticos, ojos grandes y expresivos, música
inspiradora, personajes entrañables e historias distintas, interesantes y
tal vez desgarradoras, me hicieron volcarme hacía Japón desde hace
mucho tiempo. Me gustan los animes, me encantan los mangas, me gusta la
música de los soundtracks.
Sólo había un paso, una delgada línea
entre los animes y los doramas, más delgada aún la línea entre los
doramas japoneses y los coreanos.
Y aunque en un principio tengo
que admitirlo, me costaba reconocer a los actores, el irme sumergiendo
en ese nuevo territorio que para mi significaba más que una dulcería a
un niño, fue un descubrimiento fantástico.
Ahora bien, tengo que
decirlo, Asia no sólo es Japón y Corea, sino que cuenta con muchos
países, entre ellos India, otro país al cual me he sentido atraída con
sus películas de Bollywood entre otras cosas, que de hecho se
sorprenderían al saber lo mucho que la cultura Hindú se ha mezclado en
occidente. Tampoco podemos dejar de contar a China, Malasia o Filipinas.
¿Es
normal? Aunque para mi lo sea, mucha gente lo encuentra extraño, cómo
diría mi maestra “Los animes son los mitos de hoy día”, ella se refiere a
que son esos pedazos de enseñanza que los mitos siempre traían consigo.
Y se emociona al ver que los muchachos de secundaria y preparatoria
están inmersos en ese mundo… Y entonces me di cuenta… No, a mi edad no
es normal que sea una fanática de Asia, simplemente fue que nuestra
generación fue la pionera para entrar a esa cultura y habemos quienes
aceptamos el encargo, así como los que pasaron de largo, así que soy
parte de los pioneros de conocer esa parte del mundo que durante
muchísimo tiempo fue desconocida para el mundo occidental.
Estoy
de acuerdo con mi maestra, al tener al mente abierta hacía lo Oriental
nos estamos acercando a ser una generación de cambios, a ser una
generación que acepta y discute con palabras antes de que con los
golpes… Ojalá en un futuro, podamos llegar a ese tipo de cambio, donde
como occidentales tomemos lo mejor de los orientales para crear una
mejor sociedad.
Ahora bien… en esta sección que estrenamos, les
iremos dando detalles lejos del entretenimiento, cuestiones culturales
que nos ayudaran a entender muchas cosas sobre todo lo oriental…
¡Bienvenidos Asiaholicos!
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