domingo, octubre 13, 2013
La odisea de ver a Super Junior.
Hace unos días en México salió la
noticia “Super Junior” viene con la gira del SS5, en pasados años ha sido un
rumor fuerte, ya viene… ya viene… y nunca llegó. Era una decepción tras otra,
como seguidora del k-pop y ELF, veía con cierta envidia como la SM incluía
países en Latinoamérica y México era dejado atrás.
Las chicas ELF’s de México no
perdían la esperanza, las más arraigadas bombardeaban a la SM con mensajes y peticiones, para pedir un
Super Show en México. Hace unas semanas el rumor se hizo más fuerte, los grupos
en redes sociales tenían ese secreto a voces “Ahora sí es cierto”. Las más
escépticas (debo contarme entre ellas) decían, “hasta no ver no creer”, pedíamos
que en las fuentes oficiales, dieran a conocer la fecha “tentativa” que decían
esos rumores. Y con desesperanza veían como nuevos países eran anunciados y
México seguía a oscuras.
Durante varios días la
incertidumbre carcomía a la mitad de las ELF’s, otras iban ahorrando creyendo
fielmente en que el rumor no era eso, sino una realidad. Por fin hace cerca de
quince días, salió el comunicado oficial, fue alegría generalizada que siguió a
la pregunta ¿cuánto va a costar el boleto?
Esa pregunta siguió en boca de
todas, nadie sabía con exactitud, hasta inicios de esta semana, precios
aproximados, precios bastante elevados, muchas decían que era un show
internacional y que cobraban lo mismo en todos los países, pero para una
economía en desarrollo (y peor en crisis) como es la de México, los precios que
se manejaban eran muy elevados. Pero eso no fue todo… lo peor llegó el jueves
cuando la lista oficial de precios salió a luz… precios caros, pero aún lo más
horrible, la empresa que vendía los boletos sólo agregó una leyenda “servicio
no incluido” ¿qué quería decir eso?
Bueno esto siguió hasta el sábado
12 de Octubre al mediodía, hora y fecha en que fueron liberados los boletos. El
servicio que en otras empresas es una cuota fija de menos de cien pesos, en
esta empresa fue el 20% sobre el valor del boleto, incrementando
considerablemente los ya elevados costos.
Desde muy temprano en las redes
sociales los mensajes de quienes estaban haciendo filas llegaban, y para mí que
estoy en una ciudad retirada de la capital, pues la idea de comprarlos online
era lo más apropiado, claro que en su momento no me percaté que a esa hora
estaría trabajando.
Una amiga y yo, ambas deseosas de
ir, planeamos estar al pendiente de la página de venta de boletos... refrescándola cada cinco minutos
hasta que justo a mediodía tal como habían prometido salieron a la venta. Fue
una locura y el sistema fallando, nos tomó cerca de diez minutos comprar los
boletos, al menos lo hicimos en la zona que queríamos, renegando del servicio y
esos “otros” que quería cobrar de más.
Al final enfrente de alumnas
desconcertadas (mi amiga y yo damos clases) del relajo que estábamos haciendo en el salón de clases,
obtuvimos los tan codiciados boletos, haciendo un baile y festejando.
En menos de cinco horas se
agotaron los boletos, pero esta travesía no ha terminado aquí, aún tenemos que
ir a recoger los boletos impresos (con un cargo adicional, por supuesto) y
mientras vemos que muchas ELF’s se quedaron sin el acceso para el día del
concierto, nos unimos en la injusticia, y más al darnos cuenta de que hubo, como suele suceder aquí en mi querido País, gente aprovechada de la situación, que se apañó de unas cuantas decenas de boletas con la intención de revenderlos. Esta gente que está haciendo mal uso de los boletos que
compraron, están jugando con los sentimientos de muchas chicas que se quedaron con ganas de boletos, poniéndolos a la venta en distintas webs, cobrando todavía el doble de lo que salieron…
¿Hasta dónde llegará? No estoy
segura, es un evento importante sin lugar a dudas, pero los precios aunque me
encanten ellos, se me sigue haciendo elevado. Nunca antes había gastado tanto
por un concierto, y eso sin tomar en cuenta los gastos que tendré que afrontar con el viaje hasta la ciudad de México, el cual es necesario hacer
para poder verlos. ¿Me estoy quejando? No realmente, de hecho a estas horas puedo percatarme de cuantás chicas quisieran haber gastado ese dinero para ir a verlos... además repito, era un evento
esperado, ¿Qué me habría gustado que cobraran un poco menos? Supongo que todas por más que amen a Suju, responderán que sí... aunque siendo honesta creo que me
hubiera dado con que no cobraran tantos cargos por servicios, el precio
incremento aún más por esa razón. Y pues
mientras se acercan los días, les iré comentando más de esta larga travesía.
Esperen próximamente la segunda
parte, de estas aventuras, que están resultando de nuestro deseo de querer ver a Super Junior en persona.
